Tráfico prepara reformas relativas a los nuevos límites de velocidad y restricciones
Hoja de ruta
La Dirección General de Tráfico ha hecho balance del año que acabamos de dejar y ha indicado cuál es la hoja de ruta para este 2020. La finalización del proceso de diversas normativas que se han quedado “a la espera” a causa de la paralización política es uno de sus planes, también el límite de la velocidad en vías urbanas de un único carril, la pérdida de seis puntos en el permiso por una acción tan corriente como peligrosa e incrementar los controles en carretera para alcohol, velocidad y drogas.
En los próximos meses, la DGT trabajará en la protección de los colectivos vulnerables a través del Plan de Medidas Especiales para motoristas, con el que está prevista la identificación de los 100 tramos de alta siniestralidad para estos usuarios, mejorar los cursos de conducción segura y promover la utilización del airbag.
La movilidad sostenible es otra de las estrategias en las que trabajará Tráfico para que en el centro de las ciudades únicamente circulen los vehículos que menos contaminan, apoyando iniciativas como la Zona de Bajas Emisiones en Barcelona.
Varias normativas que estaban redactadas en 2019 ya están listas para ser aprobadas por el nuevo Gobierno. Estaría pendiente para este año la reforma de la Ley de Tráfico, con la previsión de incrementar la pérdida de puntos por determinados comportamientos al volante; según el borrador, la DGT quería retirar 6 puntos por el uso del móvil durante la conducción.
Para 2020 también está pendiente el Real Decreto de medidas urbanas de tráfico, documento en el que se considera reducir la velocidad en ciudades a 30 km/h para vías de un único carril por sentido de circulación, reduciendo incluso a 20 km/h en vías de plataforma única de calzada y acera.
Con esta reforma también se quiere definir a los Vehículos de Movilidad Personal (patinetes eléctricos, segways, hoverboards, etc.), además de los requisitos para su utilización y las normas de circulación. En el borrador se considera, por ejemplo, prohibir su uso en vías interurbanas y la necesidad de disponer de un Certificado de circulación que respalde el cumplimiento de los requisitos técnicos exigidos por la normativa nacional e internacional.
Otro de los documentos pendientes de aprobar es un Real Decreto en el que se proponen cambios en el sistema de formación vial y en los exámenes (teóricos y prácticos). Una de las iniciativas más relevantes es la obligatoriedad de asistir a 8 horas de clase teórica y presencial relativas a concienciación y sensibilización. Esta medida, por cierto, no fue vista con buenos ojos por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, motivo por el cual la DGT se está planteando si continúa adelante con esta propuesta o la cambia.
Reducción de la velocidad
En relación a la reducción del límite genérico de velocidad a 30 km/h la Tráfico explica que no es una decisión arbitraria. Un estudio de la OMS (Organización Mundial de la Salud) de 2011 relativo a atropellos y velocidad fijó que el riesgo de morir a causa de un atropello se reducía como mínimo 5 veces si la velocidad del vehículo que impacta es de 30 km/h en lugar de 50 km/h.
Con esta medida se puede asegurar la supervivencia en la mayoría de casos. Esta velocidad garantiza, en la mayoría de casos, la protección de los ciudadanos vulnerables: peatones, los que llevan moto o ciclomotor, ciclistas y aquellos que utilizan un VMP.
La reforma del Reglamento de Circulación que establece la velocidad genérica de 30 km/h en ciudad no engloba todo el territorio urbano, únicamente afecta específicamente a las calles de un carril para cada sentido de circulación. La distribución responde a la Ley 80/20. Únicamente el 20% de las calles soporta el 80% del tráfico, son arterias principales de dos o más carriles o anillos perimetrales. En estas vías se podrá tener una limitación de 50 km/h. En el 80% restante se soporta apenas el 20% del tráfico.
Ventajas
Además de la reducción en un 3% del riesgo de resultar herido grave y un 4% de sufrir un accidente con víctimas mortales, circular a 30 km/h aporta más ventajas.
Una de ellas es la disminución del ruido; en un informe del Instituto KDV se indica que se pasaría de un 33%, a 50 km/h, a un 6%.
Otra de las ventajas sería la disminución también de los niveles de dióxido de nitrógeno (en Berlín sobre un 10-15%). También se mejora en relación a los atascos, la circulación es más fluida al asemejar las velocidades de circulación de automóviles y, por ejemplo, ciclistas (en Pontevedra la reducción conseguida ha sido del 70% en el centro). Asimismo, se mejora la convivencia entre los diversos usuarios y favorece la utilización de modos más activos y saludables.
Fuente: La provincias; ABC