Una sentencia del Tribunal Supremo ha fijado criterio debido a la existencia de sentencias contradictorias.

 

Manipulación del tacógrafo

La manipulación fraudulenta del tacógrafo de un vehículo con la intención de falsear sus registros y evitar así los controles policiales y administrativos supone un delito de falsedad en documento oficial, según ha sentenciado la Sala Segunda del Tribunal Supremo.

El Alto Tribunal considera que los registros del tacógrafo son documentos oficiales que tienen efectos jurídicos-penales, así como la información que está almacenada en la memoria interna del aparato y los recibos o tiques expedidos para conseguir la información que ha registrado el tacógrafo son copias del mencionado documento.

 

Finalidad de la manipulación

El auto del Tribunal Supremo indica que “cuando la manipulación no tiene más finalidad que se registren datos incorrectos para sortear los controles administrativos, que será el supuesto más frecuente en la práctica, la naturaleza oficial del documento resulta indiscutible”.

Como consecuencia, la Sala Segunda del Suprema condena a un camionero que puso un imán en la parte metálica del sensor de movimiento del tacógrafo, generando así registros de inactividad cuando realmente se encontraba en funcionamiento, a seis meses de prisión y al pago de una multa de 1 080 euros por un delito de falsedad documental, en la modalidad de simulación.

 

Fijación de criterio

Con esta sentencia, el Tribunal Supremo ha fijado criterio debido a la existencia de sentencias contradictorias en las Audiencias Provinciales sobre este mismo asunto.

Además, el Alto Tribunal concluye que “la instalación de un mecanismo (imán) en un tacógrafo tiene como efecto el que los datos de registro fundamentales del aparato sean necesariamente falsos en sus aspectos esenciales. Se produce la creación ex novo de un documento que induce a error sobre su autenticidad objetiva al reflejar unos datos de registro, precisamente aquellos que justifican la propia existencia del tacógrafo, absolutamente falsos y distintos de los reales”.

Igualmente, el auto aclara que “la previa manipulación del tacógrafo determina que todo el documento generado sea falso, porque expresa una realidad inexistente, con afectación directa de la función probatoria del documento en cuestión”.

 

Fuente: Cadena de suministro