Un 38% de los españoles admite no saber qué coche comprar ante la ausencia de criterio de las administraciones y las eventuales prohibiciones a los coches de gasolina, diésel e híbridos

 

Compra de un coche nuevo

Para la mayor parte de la población cuidar del medio ambiente es una prioridad. No obstante, el hecho de que se pueda prohibir la venta de diésel a partir de 2040, medida contemplada por la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, sumada a la falta de un criterio único por parte de las diferentes Administraciones en relación a la circulación y acceso de los vehículos a las ciudades, está generando un parón en la compra de automóviles.

El Centro de Demoscopia Movilidad ha llevado a cabo el VII Estudio “Españoles ante la nueva movilidad”. En este informe se dice que el 38% de los españoles reconoce que no sabe qué tipo de coche comprar y, por esa razón, deciden postergar la decisión de adquirir un coche nuevo.

Esta decisión, en la práctica, se refleja en un descenso de ventas de vehículos durante el primer trimestre de este año, sobre todo en particulares. Según Anfac (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones), en el mes de abril se contabilizó un descenso del 17,3% y 45.503 unidades.

Tras la encuesta realizada a 8.500 personas de toda España, puede afirmarse que, en 2016, un 43% de los encuestados manifestó la idea de comprar un coche nuevo en los siguientes 12 meses. Con los datos de 2019, este porcentaje ha descendido hasta el 26%. Hay que añadir a este dato la imprecisión de los ciudadanos ya que el 38% reconocer no saber qué coche comprar.

Las dudas han favorecido el desarrollo de los sistemas de pago por utilización del vehículo en las grandes ciudades como puede ser el sharing (compartir) o que se acuda a servicios de renting. En el último año, estas opciones han pasado a constituir una opción para un 5% o una forma de movilidad utilizada por un 12% de personas.

 

 

Etiqueta CERO

Especial atención muestran los usuarios a la etiqueta CERO, un 40% se inclinaría por un vehículo con ese distintivo, pero el precio es la causa concluyente que explica que la adquisición de este tipo de vehículos no acabe de despegar.

Según el estudio, este factor hace que un alto porcentaje de compradores se dirija al concesionario con la idea de comprar un coche con la etiqueta medioambiental CERO y, al final, se quede con un ECO o C.

Si tomamos como ejemplo las versiones básicas de los vehículos de mayor venta en España, el aumento de precio de un motor de combustión en relación a uno eléctrico puede variar entre el 52 y el 73%.

Sobre la puesta en marcha de medidas que mejoren la calidad del aire en algunas ciudades como Madrid, hay que remarcar que los encuestados se muestran bastante contrarios a las medidas relacionadas con la velocidad, en cambio, se muestran más abiertos ante políticas de incentivos a la movilidad sostenible.

 

 

Bicicleta y patinete

En relación a la bicicleta y al patinete, la sociedad es consciente de que estas son alternativas válidas para la movilidad sostenible y que reducen la contaminación. No obstante, un 61% de los encuestados no las percibe como alternativas reales a la movilidad.

El editor de Luike (editorial de revistas del motor), Juan Hernández, afirma que “no se consideran una alternativa de transporte, sino más bien un sistema complementario”. Para un 40% de los encuestados, los tres principales motivos para esta consideración derivan de una falta de legislación específica, del establecimiento de un problema de uso del espacio urbano y de que dificultan la movilidad.

 

Contaminación

Asimismo, las medidas que se han puesto en ciudades como Madrid para luchar contra la contaminación también suscitan polémica. El 58% de los sondeados se posiciona a favor de la peatonalización de determinadas zonas y calles, pero no se muestran de acuerdo con otras medidas como la de limitar la velocidad máxima a 30 o a 70 km/h en las vías de acceso a las ciudades.

En este entorno, hay que remarcar el fenómeno de los servicios sharing como nuevas opciones de movilidad. Cada vez se conoce más y, según la encuesta, el carsharing ha pasado de ser utilizado por un 12% a un 43% de los españoles.

Este crecimiento, añadido a la preocupación por el medio ambiente y los resultados relacionados con la intención de compra, exponen un cambio de tendencia relativo a la manera en que nos movemos.

El CEO de WiBLE (empresa de carsharing), Javier Martínez, indica que “los ciudadanos tienen cada vez menos interés en la adquisición de un vehículo en propiedad y más en el pago por uso”. Además piensa que el uso de vehículos híbridos enchufables, en su caso, está dando a conocer esta opción a compradores en potencia.

 

Fuente: ABC