El nuevo etiquetado convivirá durante un espacio de tiempo con las denominaciones clásicas para que el consumidor se vaya adaptando a este sistema
Desde el pasado 12 de octubre, la nueva normativa europea relativa al etiquetado de carburantes y vehículos en las estaciones de servicio ya está en vigor. Con ella se está aplicando la Directiva 2014/94/UE que busca la mejora de la información para los consumidores ante el incremento de combustibles para los automóviles. Así que ya tenemos nuevos pictogramas y diversas denominaciones en las estaciones de servicio con las que los conductores tienen que familiarizarse, no obstante se dispone de un período no definido de transición durante el cual todavía estarán presentes los que todos conocemos.
Nuevo etiquetado en las estaciones de servicio
En la nueva normativa quedan definidas 13 diferentes etiquetas para los combustibles, tanto los derivados del petróleo (gasolina, gasóleo y gas licuado del petróleo) como los biocombustibles, el gas natural comprimido, el hidrógeno y sus mezclas. Para clarificar cuál de ellos usa cada vehículo, los coches nuevos que se comercialicen desde la entrada en vigor de la directiva deberán llevar la etiqueta correspondiente en el tapón de llenado o en la tapa del depósito, además de figurar en la información relacionada: manual del usuario (papel o electrónico) y en los servicios digitales del vehículo.
Esta norma se aplica a los turismos, los vehículos comerciales ligeros y pesados, autobuses, ciclomotores, motocicletas, triciclos y cuadriciclos. En la primera distinción general se hace referencia a los tipos de combustibles: de forma redonda los de gasolina, cuadrada los diésel y de rombo los gaseosos. Dentro aparecerán denominaciones específicas relativas a los biocomponentes de cada combustible. Para la gasolina será E% (5% de etanol), E10 (10%) y E85 (85%); para diésel se divide en B7 (7% de biodiesel), B10 (10%) y XTL (diésel sintético); En el resto de combustibles aparece H2 (hidrógeno), GNC (gas natural comprimido), gas licuado del petróleo (LPG) y gas natural licuado (LNG).
En las estaciones de servicio, el etiquetado aparecerá de manera clara en los surtidores, a pesar de que puedan existir diferencias ya que cada petrolera determina cuáles son los biocomponentes que añade a su carburante. De todas formas, desde la AEVECAR (Agrupación Española de Vendedores al por menor de Carburantes y Combustibles) llega una aclaración tranquilizadora para los consumidores:
“El nuevo etiquetado informativo para los carburantes ni sustituye ni modifica la información que se ofrece en la actualidad en las estaciones de servicio sobre los carburantes que se suministran en las instalaciones”.
Necesidad del nuevo etiquetado
Dos razones son las que evidencia la necesidad de que conviva el nuevo etiquetado con las denominaciones clásicas. Las más evidente es que los conductores de los vehículos que circulan no contarán con la información relativa a la nomenclatura actualizada de su coche (no es obligatorio un etiquetado posterior), así que necesitan la denominación convencional para poder seleccionar el combustible elegido.
Por otro lado, incluso si se incluye el distintivo en los vehículos nuevos, el consumidor necesitará un tiempo para adaptarse a este sistema tan diferente; para ello las asociaciones implicadas llevarán a cabo un trabajo de divulgación, en el que se incluirá la disponibilidad de folletos explicativos que aclaren la transición de las gasolineras. Asimismo, los concesionarios de las marcas se han preparado para informar a los clientes de los coches que se hayan matriculado a partir del 12 de octubre con el nuevo etiquetado. Así que no es una cuestión que deba preocupar a los usuarios de coches, pero sí que deberán ir acostumbrándose al cambio.
Fuente: El País