Según un estudio, los conductores de motos de hasta 125cc con el permiso B tienen más accidentes que aquellos que disponen del específico (A, A1 o A2)
Usuarios vulnerables
A pesar de que todos los usuarios comparten la vía, no todos son igual de vulnerables. La peor parte se la llevan los peatones y ciclistas cuando están implicados en un accidente de tráfico; entre los vehículos motorizados, el más débil es la motocicleta.
Así que es alarmante que, tal como señala un estudio realizado por la Asociación Profesional de Empresas Formadoras en Logística, Transporte y Seguridad Vial (Formaster), la siniestralidad con víctimas en motocicletas se ha visto incrementada en un 57% en los últimos 3 años. Durante ese mismo espacio de tiempo, la totalidad de accidentes con víctimas en las carreteras españolas se ha incrementado un 15%, muy por debajo del anterior porcentaje.
Motoristas y permisos
En el 32,75% de los accidentes de tráfico hay un motorista implicado, lo que supone un total de 33.500 anuales. Asimismo, en estos siniestros el número de víctimas mortales es del 12%, cuatro puntos más que en los accidentes entre automóviles. Si se toma como referencia el año 2016, el último año con datos por parte de la DGT (Dirección General de Tráfico), fallecieron 397 motoristas, el 22% del total de víctimas.
En el estudio de la Asociación también se subraya otro dato importante: el 29% de los motociclistas implicados en un accidente con víctimas conducía una motocicleta inferior a 125cc y únicamente disponía del permiso de conducir B. Este porcentaje es todavía mayor en algunos tramos de edad, alcanzando el 39,2% en los conductores de entre 25 y 34 años.
En cambio, los implicados en accidentes con el mismo tipo de motocicleta, pero con permiso específico únicamente alcanzan el 9%. Dejando a un lado la cilindrada de la moto, parece que es beneficioso recibir una formación de conducción específica.
Tal como señala Formaster, las consecuencias de un impacto en una motocicleta son mucho mayores y el número de infracciones también es alto. El exceso de velocidad es la más frecuente (25%), seguida de las distracciones en la conducción (19%) y el incumplimiento de la prioridad en intersecciones (17%).
Fuente: El País