En 2018, el número de licencias a mayores de 60 años se incrementó un 2,59%.
Permiso de conducir a mayores.
En 2018, según datos de la ANSV (Agencia Nacional de Seguridad Vial), fueron emitidas aproximadamente 19.343.820 licencias de conducir en Argentina. De estas licencias, 692.760 fueron para adultos mayores, frente a las 675.270 de 2017. Según estos datos, un 3,58% de los conductores del país tienen más de 60 años, cifra que subió en un 2,59% de un año a otro.
A nivel mundial, la expectativa de vida se ha ido incrementando y una vida más longeva supone también un cambio de paradigma para la sociedad de este siglo. Pero, a pesar del aumento de la esperanza de vida, existen estudios científicos que demuestran que, conforme pasa el tiempo, los reflejos y la capacidad de reacción se hacen más lentos. No obstante, nuestros mayores pueden conducir un vehículo de forma adecuada.
Vejez y accidentes de tráfico
Según un informe de la organización Luchemos por la vida, el grupo de adultos mayores no acostumbra a ser el responsable de accidentes viales y esto se debe a su gran conocimiento de las normas, a disponer de gran experiencia en la conducción y tener una gran conciencia de toda la atención que se debe poner durante la conducción.
Modificación de las capacidades
Al llegar a la vejez, algunas de las capacidades físicas que cambian son:
La cognición. Son necesarias varias habilidades juntas en el momento de la conducción tales como la atención, la memoria y el procesamiento visual.
Pérdida de audición y visión. Estos dos sentidos son básicos para una conducción segura, motivo por el que se aconsejan las revisiones periódicas para su control, sobre todo si se va a realizar un viaje largo en coche. También hay que saber que, durante el trayecto, se debe prestar mucha atención a los sonidos.
Condiciones médicas. Algunas enfermedades, como la demencia, la diabetes, la artritis, el Alzhéimer y el Párkinson, entre otras, perjudican la vida del conductor y pueden resultar negativas para su seguridad y la de terceros.
Medicación. Algunos medicamentos, que tengan efectos secundarios, pueden reducir capacidades de reacción durante la conducción. Este es el motivo por el que se debe consultar con el médico, con más razón si se va a realizar un viaje.
Función motriz. Al llegar a la vejez, la flexibilidad empieza a menguar y los músculos se van debilitando, de este modo algunas maniobras al volante resultan difíciles o incluso imposibles. En estos casos, hay que realizar ejercicio de forma regular para mantenerse activo, reducir estos efectos y tonificar el cuerpo.
Por todas estas razones, la renovación del permiso de conducción acostumbra a ser algo más enrevesado para los adultos mayores. Según la Ley de Tránsito 24.449, las personas mayores de 65 años deben realizar un examen de conducir práctico y teórico anualmente; subrayando el hecho que este trámite es gratuito para los adultos mayores.
Tecnología y tercera edad
A pesar de que el paso de los años hace que los reflejos y las reacciones sean más lentos, actualmente contamos con la tecnología necesaria para dotar a nuestro vehículo de algunos sistemas que resuelvan los problemas con los que podemos encontrarnos durante un viaje. Algunos de estos sistemas son:
Volante multifunción. Volante que ayuda a realizar una conducción segura. Permite que el conductor utilice diversas funciones del vehículo sin quitar las manos del volante.
Asistente de estacionamiento. Los sensores de estacionamiento son unos dispositivos que funcionan cuando el vehículo va marcha atrás, detectando cualquier obstáculo que se encuentre detrás del coche. Algunos modelos ofrecen cámaras de visión trasera y proyectan en pantalla LED, incluso en el retrovisor, la parte posterior del vehículo.
Sistema de navegación digital. Con él se puede conseguir más seguridad durante la conducción. Es un dispositivo que trabaja como un GPS, ayuda en la orientación del conductor y facilita la conducción.
Cajas automáticas. El cambio manual de marchas es una de las tareas más cansadas de la conducción. Si el vehículo dispone de caja automática, el cambio pasará solo cuando el coche lo disponga. Asimismo, la conducción resulta más fácil porque el pedal de embrague desaparece.
Servicios de asistencia ante emergencia. Es un gran sistema de protección y seguridad. Se basa en un dispositivo GPS/GPRS que posibilita la asistencia al conductor y los acompañantes si se da una emergencia. Esta asistencia llegaría a través de fuerzas de seguridad y salud como policía, ambulancia y bomberos.
Recomendaciones
A partir de los 60 años, la persona se cansa con mayor rapidez y, ante condiciones climáticas desfavorables o mal tiempo, puede quedarse dormida al volante o descuidarse. Por esta razón, la ANSV recomienda los trayectos cortos, evitar los adelantamientos a otros vehículos, que los cristales y espejos del coches estén limpios y seleccionar recorridos con buena señalización.
Fuente: Automundo