Brexit

Gracias al período de transición, hasta finales de 2020, el transporte entre el continente y el archipiélago podrá seguir realizándose.

A la espera de una confirmación oficial, hecho que parece bastante complicado según están transcurriendo los acontecimientos en el Reino Unido, el convenio final para el Brexit significa algo parecido a un puntapié a seguir que establece un régimen transitorio hasta el 31 de diciembre de 2020 y se concentra en ofrecer tiempo a los que están negociando para establecer un acuerdo definitivo para 2021.

 

En lo relativo al transporte y la logística, el acuerdo de salida del Reino Unido de la Unión Europea conlleva que el tráfico de mercancías entre ambos territorios seguiría de manera libre sin que se establecieran barreras aduaneras ni tampoco cambios añadidos en el etiquetado o la documentación de los bienes que se coloquen en la cadena de suministro.

Bienes que pueden circular libremente

Esta particularidad se amplía a la totalidad de bienes que puedan circular con libertad amparados por los Tratados Constitutivos de la Unión como pueden ser, entre otros:

Productos agrícolas bienes de consumo, productos sanitarios y medicamentos

Además de productos industriales como motores, maquinaria, equipamiento marítimo, elevadores, equipos eléctricos, productos para la construcción y químicos.

No obstante, tanto los animales vivos como los productos cárnicos y provenientes de animales, cuando el período de transición haya pasado, tendrán que cumplir las reglas que se aplican en cada mercado a las importaciones que vienen de terceros países.

Desde el punto de vista aduanero, el Brexit tiene previsto también que los bienes que viajen de la UE hacia el Reino Unido durante la etapa de transición podrán concluir su viaje bajo la normativa aduanera de la Unión Europea.

De la misma manera, se continuará aplicando con posterioridad a efectos del IVA a los intercambios que se hubieran iniciado antes de la finalización de la pase de transición.

Por otro lado, cualquier posible cambio que se incluya en el ordenamiento jurídico de la UE será aplicado de manera automática en el territorio británico hasta su término.

A pesar de que el Reino Unido dejará de participar de manera inmediata en la toma de decisión de la UE, manteniéndose no obstante dentro de la unión aduanera y del mercado único, así la regulación europea sobre transporte continuará aplicándose tal y como se ha hecho hasta ahora en los servicios entre el continente y el archipiélago.

Opinión de la Asociación Europea de Cargadores

La ESC (Asociación Europea de Cargadores) ha manifestado su preocupación por el impacto que pueda tener el Brexit en el transporte de mercancías entre ambos territorios.

De no llegar a un acuerdo antes de que el Reino Unido abandone el régimen comunitario, independientemente del lugar en el que esté registrada la compañía de transporte, será necesario un permiso para entrar en cualquiera de las dos zonas.

Asimismo, aquellas licencias que sean expedidas por el país británico no se aceptarán en la UE.

Así que la mejor solución sería llegar a un acuerdo que garantice la continuidad del transporte de mercancías entre las dos zonas  debido a la importancia para el transporte del mantenimiento de la misma conectividad, sin necesidad de que sean utilizados nuevos documentos o sistemas.

Que pasará si no se llega a un acuerdo

Si no se llega a un acuerdo, otra opción que se baraja es conseguir acuerdos bilaterales entre Reino Unido y cada uno de los Estados Miembros.

En relación con esto, ya existe un antiguo acuerdo con los Países Bajos, que data de 1969, y que ambos países recuperarían, aunque podrían darse algún tipo de dificultad legal.

Asimismo, no sería necesario el uso de permisos ni tampoco posibilitaría la realización de operaciones llevadas a cabo por vehículos que estuvieran registrados en un tercer país.

En el caso de Bélgica, no se podría recuperar el ya existente debido a que se preveía la utilización de permisos y no autorizaba este tipo de operaciones.

Uso de permisos de la ECMT

Otra opción valorada por la ESC es el uso de permisos de la ECMT (Conferencia Europea de Ministerios de Transporte) que son multilaterales.

Estos permisos avalan las operaciones llevadas a cabo por vehículos de un tercer país, pero no el cabotaje.

La asociación propone también restricciones en relación al número de viajes que se pueden completar con un único permiso y acotan la cantidad de estos que cada país puede obtener siendo 1.224 anuales para el Reino Unido.

Diariamente son 500 los camiones que circulan entre la UE y Reino Unido.

Si se alcanzara un acuerdo, todo sería mucho más fácil y, a pesar de que Reino Unido ya no participara en la toma de decisiones de la UE, se mantendría dentro de la unión aduanera y del mercado único.

Hecho que haría que la regulación europea sobre transporte continuaría aplicándose tal y como se ha ido haciendo hasta ahora en los servicios entre ambas zonas.

 

Fuente: Cadena de Suministro